Antecedentes de nuestro histórico Gran Hotel Nono:

Hacia el año 1600, aproximadamente, se fundó la primer capilla del pueblo, la cual funcionó durante más de un siglo, siendo su primer benefactora la india Doña Francisca Nieto; al morir dejó 150 yeguas para que fueran vendidas y con el producido de dicha venta se trabaje y refaccione la capilla, para brindarle a los habitantes del pueblo un espacio de meditación y oración. Con el paso del tiempo, luego de que se trasladara la Iglesia al edificio donde se encuentra actualmente, se transformó en casco de estancia, (sala de estar actual) alrededor del 1890.

En 1905 se construyó, en gran parte la estructura actual, de estilo colonial que hoy conserva.

En 1948 la Familia Oubiña adquiere el inmueble y con los años se refacciona y adapta para recibir y dar alojamiento a los huéspedes. Alrededor del año 1950 ya funcionaba también el servicio de Restaurant. En él, Angela y Carmen, madre y hermana de la actual dueña Maria Rosa Oubiña, cocinaban para los huéspedes, ofreciendo los más sabrosos platos de la verdadera comida casera rural, repleta de sabores bien autóctonos.

Entre los años 1968 y 1980 el hotel cierra sus puertas hasta entrados los 80´, cuando retoma su actividad bajo el gerenciamiento de Maria Rosa Oubiña y su esposo Pablo Chistik, actuales propietarios.

En los primeros años de la década del 90´se realizaron importantes refacciones y mejoramientos en gran parte del edificio, supervisados por la Arq. Veronica Chistik (hija María Rosa y Pablo) procurando siempre conservar su estilo y esencia colonial. Así llegamos a la actualidad, trabajando constantemente con la ayuda del gran equipo de empleados y cuyo resultado es lo que hoy conocemos como el Gran Hotel Nono: una gran familia, un lugar lleno de historia, abrazado por la naturaleza y destinado a brindar paz. Invitamos a nuestros huéspedes y amigos a disfrutarlo todo el año.